top of page

Soltera, no sola: Cómo superar la soledad y abrazar la solitud

  • Foto del escritor: Bianca Paola Gonzalez
    Bianca Paola Gonzalez
  • 6 nov
  • 3 Min. de lectura
Woman in red top joyfully raises arms under bare tree. Text: "How to Overcome Loneliness and Embrace Solitude." Green forest background.

¿No te parece interesante cómo estamos más conectados que nunca gracias a las redes sociales, y aun así podemos sentirnos desconectados? Ves fotos de los logros profesionales, vacaciones y cenas románticas de otros en las redes sociales y, aunque te alegras por ellos, también puede despertar sentimientos de comparación o soledad.


Si estás atravesando una etapa de soltería, esos momentos pueden sentirse más pesados. Y cuando dejas de navegar en las redes, te quedas con el silencio. A veces es tranquilo, otras veces, se siente vacío.


Así que hablemos de esto: soledad vs. solitud. ¿Cómo pasamos de sentirnos solos a disfrutar realmente de nuestra propia compañía? ¿Cómo puede la solitud convertirse en un espacio de fortaleza, crecimiento y paz?


Soledad


La soledad tiene una manera silenciosa de aparecer en los momentos tranquilos— en una cena contigo, despertarte con el silencio, asistir a eventos como tu propio acompañante, o celebrar algo sin tener con quién compartirlo.


Pero no siempre se trata de estar físicamente sola(o). A veces, incluso rodeados de personas, aún nos sentimos desconectados—como si nadie realmente nos viera o escuchara.


Tal vez has pensado:


  • ¿Dónde están mis amigos incondicionales, de esos que veo en la televisión?

  • ¿Por qué me siento como un extraño en mi propia familia?

  • ¿Por qué no conecto con mis compañeros de trabajo más allá de pequeñas conversaciones?

  • ¿Por qué todos están enamorándose o formando familias... y yo sigo soltera(o)?


Si algo de eso te suena familiar, no estás sola(o). Estos pensamientos pueden surgir de la nada, o ser provocados por algo mínimo como una canción, un recuerdo o tiempo en las redes sociales. Pero sentirte así no significa que algo está mal contigo. Solo significa que eres humana(o)—y que anhelas una conexión real, como todos.


Solitud


La solitud, en cambio, es ese punto dulce donde estás sola(o)—pero no te sientes sola(o). Y si te preguntas, ¿cómo es eso posible? Bueno, cuando elegimos pasar tiempo con nosotros mismos de manera intencional, nos damos espacio para respirar, reflexionar y reconectar—sin todo el ruido o la presión del exterior.


Es en ese espacio tranquilo donde podemos preguntarnos: ¿Qué es lo que realmente importa para mí? ¿Qué quiero, necesito o disfruto?


Muchos evitamos la solitud porque no queremos enfrentar ciertos pensamientos, emociones o decisiones que hemos estado posponiendo. Pero honestamente, es en esos momentos de valentía y silencio donde empezamos a encontrar claridad, a entendernos mejor y a enfrentar lo que hemos estado ignorando.


Sí, la solitud puede ser incómoda—especialmente si acostumbramos a anestesiarnos con distracciones o aferrarnos a personas equivocadas solo para sentir algo. Pero cuando aprendemos a estar con ella—la solitud— en vez de resistirla, se convierte en un espacio hermoso de sanación.


Es en la solitud donde recordamos que nuestro valor no depende de si estamos en pareja, de lo ocupada que esté nuestra agenda, o de cuántas personas nos escriben. Se trata de cómo nos cuidamos a nosotros mismos—con consistencia.


De la Soledad a la Paz


Aprender a disfrutar de tu propia compañía no ocurre de la noche a la mañana. Requiere conciencia, intención y mucha compasión hacia ti.


Empieza poco a poco. Encuentra momentos que te anclen—por medio de la escritura, caminar en la naturaleza, leer, o simplemente estar en silencio con una taza de café caliente y reflexionar. Practica estar presente contigo sin buscar distracciones, incluso si te sientes incómoda(o). Con el tiempo, empezarás a notar que el silencio no necesariamente es vacío.


En un mundo que constantemente nos dice que necesitamos a alguien más para sentirnos completos, elegir amar tu propia compañía es, sinceramente, una de las cosas más poderosas que puedes hacer. La solitud no se trata de huir de los demás—se trata de volver a ti.


Además, cuando realmente te conoces, te amas y te aceptas, te presentas de manera más plena en cada relación y reduces las posibilidades de que te aferres a personas incorrectas por miedo a estar solo(a).


No estamos hechos para vivir completamente solos—pero si no podemos encontrar paz y plenitud en la solitud, encontraremos soledad incluso con compañía.


Comentarios


¡Me encantaría saber de ti! :)

¡Gracias por escribirme!

© 2020 por Finding Our Beat.

bottom of page